El enfoque para el año 2017 es la Alfabetización Ambiental y Climática. Según el sitio web del Día de la Tierra: “La educación es la mejor base del progreso. Necesitamos construir una ciudadanía que maneja de manera fluida y global, los conceptos inherentes al Cambio Climático.”
“Todos los habitantes de la Tierra deben ser conscientes de la amenaza sin precedentes que este fenómeno representa para nuestro planeta. Para logarlo debemos potenciar el conocimiento, como medio para inspirar acciones en defensa de la protección del Medio Ambiente”
En el año 2015, cuando redactábamos una nueva Agenda Ambiental para la Región, decíamos:
“Los crecientes conflictos ambientales que se evidencian a nivel regional y local no dejan dudas respecto del compromiso y de las acciones que necesariamente deben promoverse desde los funcionarios del Estado que tienen o tendrán la responsabilidad de gobernar, fiscalizando y/o controlando, pero sin dejar de lado la generación de políticas que puedan dar solución a los problemas ambientales que afectan a cada comunidad.”
Hoy dos años después, a días de redactar una nueva Agenda Ambiental y ante una nueva celebración del Día de La Tierra, les decimos a las autoridades regionales que casi nada se ha mejorado en la generación de políticas que puedan dar solución a los problemas ambientales.
hemos visitado las instalaciones de la Unidad Plapimu , dependiente de la Comisión de Investigaciones Científica (CIC), en la cual se ha creado la única planta de tratamiento de pilas del país, entre la Facultad de Ciencias Exactas y la CIC de la Provincia de Buenos Aires.
La planta ha sido diseñada respetando los principios de ser eco compatible y respeto por el medioambiente.
El Ing. Soto, quien nos recibió en la planta, expreso que la idea fue desarrollar un proceso que permitiera recuperara los metales presentes en las pilas agotadas logrando así un doble propósito, evitar la contaminación de suelos y aguas subterráneas y recuperar los metales para su reutilización, disminuyendo la explotación minera y la contaminación en la producción de los mismos.
Se optó por una tecnología basada para la disolución de sus componentes y una posterior separación para recuperarlos. Para evitar contaminaciones se eligió un método biotecnológico para la obtención del ácido sulfúrico por oxidación de azufre elemental con bacterias. El equipo original explicó que este consta de un biorreactor en donde crecen las bacterias mineras que producen el medio ácido para extraer los metales de las pilas, proceso que se realiza en un segundo reactor tipo tanque agitado, llamado reactor de lixiviación. Luego el lixiviado obtenido se filtra y se pasa a un tercer reactor, que es donde se realiza la separación y recuperación de los metales presentes mediante distintos métodos.
Una particularidad de estas bacterias es que no sólo pueden vivir en condiciones de acidez intolerables para otras especies, sino que como producto de su metabolismo energético producen ácido sulfúrico, compuestos reductores y compuestos oxidantes. Además pueden crecer y vivir normalmente en ambientes con altas concentraciones de metales pesados.
No existen en el país otras plantas de tratamiento de pilas para la recuperación de metales. Hasta donde conocemos, no hay en el mundo una planta que utilice la tecnología desarrollada ,nos expreso el Ingeniero.
Los metales recuperados pueden ser reinsertados a la industria para su reuso, de esta forma, se transforma un residuo tóxico en algo aprovechable de diversas maneras y con residuos totalmente no contaminantes.
La planta tiene una capacidad de tratamiento de 100 Kg por mes de pilas alcalinas.